Las mujeres constituyen aproximadamente el 53 % de la población argentina. Si bien tanto la constitución nacional como legislación específica garantizan la protección de sus derechos, en la práctica la pobreza, la violencia y la discriminación las afectan de manera desproporcionada (Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género, 2020; INDEC, 2022). Durante la pandemia de COVID-19 declarada en marzo de 2020, su situación, que ya era precaria, se degradó más aún: llevaron adelante la abrumadora mayoría de las tareas domésticas y de cuidado no remuneradas, se vieron especialmente afectadas por la pérdida de empleo formal y trabajo informal, y la violencia de género aumentó y se agravó aún más (FUNDEPS, 2020; Maceira et al, 2020). El aislamiento obligatorio implementado por el gobierno argentino como medida preventiva obstaculizó la organización de las movilizaciones en espacios públicos típicas de las luchas feministas lideradas por el movimiento #NiUnaMenos desde el 2015. También hubo obstáculos en el ciberespacio. Las expresiones públicas en redes sociales de mujeres dedicadas al periodismo, el activismo feminista y la política estuvieron sujetas a agresiones y abusos machistas (Amnesty International, 2021; Cuellar & Chaer, 2020). El sistema de medios de comunicación argentino operó durante la pandemia en el marco de un desmantelamiento de los organismos y mecanismos estatales destinados a promover o salvaguardar la igualdad de género, y las trabajadoras del sector experimentaron formas específicas de inequidad, violencia laboral y precarización (Albornoz Saroff, 2021).

En este contexto, ¿de qué maneras se informaron las mujeres en Argentina durante el aislamiento obligatorio y en el período inmediatamente posterior, cuando las restricciones se fueron dejando paulatinamente sin efecto? A partir de una encuesta cualitativa en línea realizada en julio y agosto de 2021 (N=157), y de entrevistas semi-estructuradas realizadas en persona entre septiembre de 2021 y septiembre de 2022 (en CABA, provincia de Bs.As., Rosario, Resistencia y Trelew), en esta ponencia contribuyo a responder esa pregunta. La encuesta aporta datos sobre los usos de televisión, radio y redes sociales, y sobre las maneras de informarse preferidas por las mujeres. Las entrevistas aportan detalle cualitativo acerca de qué motiva a las mujeres a adoptar o descartar ciertas maneras de informarse, e ilustran qué estrategias ponen en práctica en sus vidas cotidianas para mantenerse al tanto de los problemas que las afectan. La descripción y el análisis preliminar de los hallazgos derivados de la encuesta y las entrevistas contribuyen a entender de qué maneras se posicionan las mujeres frente a un ecosistema de medios en transformación y un acceso desigual a los servicios de conectividad.